¿Por qué sigue aumentando la factura si el gas ha bajado?
Todo sube menos la energía. Ya es más barata que antes del inicio de la guerra, pero no se nota en los recibos. Entonces, ¿por qué sigue subiendo la factura si el precio del gas ha bajado?
Todo sube menos la energía. Ya es más barata que antes del inicio de la guerra, pero no se nota en los recibos. Entonces, ¿por qué sigue subiendo la factura si el precio del gas ha bajado?
Sin duda, la guerra ha empobrecido a la sociedad y no solo en Ucrania. El impacto en la economía se puede notar en todos los países de Europa. Solo los alimentos han subido el 15% y ese es solo el principio.
Menos pánico y volatilidad en los precios que empiezan a dar señales de estabilización. Aun así, y a pesar de todas las medidas puestas en marcha hace falta una más profunda reestructuración de los mercados energéticos.
Algo se va notando en los mercados y poco a poco en los recibos. Indicios que señalan que la crisis energética se está estabilizando, pero la dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo el gran desafío.
365 días de conflicto y sus repercusiones se han dejado sentir ya por todo el planeta. importantes consecuencias en el día a día de las personas. Este es el resumen de la situación de la crisis energética tras un año de guerra.
Ansiedad y preocupación incluso antes de que llegue el recibo, pánico cada vez que se mira el buzón y conductas de evitación a la hora de leerlo… pueden ser los primeros síntomas de la fobia a la factura del gas.
Multiplicar por cuatro la factura del gas. De algo más de 150 euros a casi 700 y, aunque las compañías han comunicado el cambio de tarifas personalmente sigue faltando claridad en las notificaciones de las energéticas.
Facturas que multiplican hasta por cuatro o cinco a las habituales… No hay duda, sigue compensando pasarse a la TUR porque incluso en el mejor de los casos es un 20% más barata que la mejor de las ofertas del mercado libre.
La entrada en vigor del veto al diésel de Rusia y otros productos derivados del petróleo ruso ha hecho saltar de nuevo las alarmas entre los consumidores. ¿Subirá el precio? ¿Habrá falta de suministro? ¿Tiene otras implicaciones?
Conceptos aparentemente contradictorios, pero muy relacionados. Menos diésel de Rusia, gran capacidad de refino de España, posición de ventaja, pero al final la única solución realista a largo plazo es de nuevo el coche eléctrico.